Quien tiene una buena red de contactos en LinkedIn, tiene un tesoro. Esta red puede sernos de gran utilidad a nivel profesional, por lo que no conviene perderla. Y podemos perderla si la incordiamos con contenidos y prácticas no muy deseables en la red social de los profesionales.

LinkedIn es otra red social más, como lo son Facebook o Twitter. Eso no significa que se utilicen de la misma manera. Igual que tu perfil personal de Facebook sirve para hablar de lo que tú quieras y mantenerte en contacto con conocidos, o tu perfil de Twitter sirve para publicar lo que te apetezca y conocer gente, tu perfil de LinkedIn sirve para enfocarte en el ámbito laboral y establecer vínculos profesionales con tu red de contactos.

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No es fácil cogerle el truco a LinkedIn. Es necesario conocer la red y tener paciencia para trabajar con ella, pero sus resultados son notorios y muy ventajosos. Uno de los resultados de hacer un buen uso de LinkedIn es tu red de contactos. Una red de contactos de valor en LinkedIn no es fácil de conseguir y los beneficios que aporta compensan con creces el esfuerzo invertido en crearla. Pero igual que no es fácil construirla, sí lo es destruirla cometiendo errores que desgastan tu imagen profesional y hacen que esta red prefiera no volver a saber de ti.

Pero, ¿cómo saber si eres la oveja negra de tu red de contactos? Pues cogiendo esta pequeña lista de comportamientos molestos en LinkedIn y tachando aquellos con los que te identifiques. ¡Esperemos que sean pocos!

Actualizar en exceso

En todas las redes sociales hay usuarios que saturan a sus contactos de contenidos. Cada vez que refrescamos la página, aparece un post nuevo de la misma persona, que ansía compartir con toda su red cualquier chiste, meme, noticia o frase motivacional que vea. Llega a ser tan molesto que hay quienes optan por silenciarla, o incluso bloquearla. ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Y si eres tú quien lo hace?

No hay una ciencia exacta que determine el número de actualizaciones diarias que son preferibles pero, obviamente, no serán veinte ni treinta. Ser demasiado activo en LinkedIn puede ser un problema. Saturar a tu red de contactos con actualizaciones constantes sobre todo lo que veas puede resultar en que vayan a la flecha que hay en la esquina superior derecha de una actualización y pinchen en “ocultar”, y no vuelvan a saber de ti. Y no querrás que ocurra eso para que, cuando compartas algo importante, haya alguien para verlo, ¿verdad? Recuerda: ¡menos es más!

No tener foto de perfil

Por increíble que parezca, hay personas que no ponen foto de perfil en sus redes sociales, LinkedIn incluido. Pero si piensas que tener una foto de perfil es peligroso para tu privacidad y no quieres que tu cara esté merodeando por Internet, ¡no te hagas un perfil!

No se puede tener un perfil de LinkedIn sin foto, porque tu red de contactos quiere ponerte cara. No da buena impresión entrar en un perfil de LinkedIn y ver que nos habla una persona sin cara. Da la sensación de que es un perfil que está dejado y abandonado, que la persona detrás del mismo no tiene interés alguno en la red. Al fin y al cabo, tú no vas a una entrevista de trabajo o a una reunión con un posible cliente con una bolsa en la cabeza. No hagas lo mismo con tu red de contactos en LinkedIn.

Tener un titular profesional mejorable

Los 120 caracteres que forman el titular profesional pueden ser la clave que nos diferencie del resto. Este titular se encuentra debajo de tu nombre, y lo utilizamos para definirnos escuetamente como profesionales. Si no lo rellenas tú, lo hará LinkedIn por defecto con el cargo que estés desempeñando en ese mismo momento. Lo que se consigue con esto es, probablemente, un titular incorrecto que dé lugar a equívocos y confusiones sobre lo que haces realmente. Tampoco es recomendable decorar tu cargo de tal manera que uno no sepa dónde posicionarte. Nadie sabe a qué te refieres cuando dices que eres el “jefe de mí mismo”, y los reclutadores miran mucho el titular para encontrar candidatos, ¡así que piensa bien lo que pones!

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No revisar tus mensajes

Lamentablemente, un error muy regular es que incluyamos un correo electrónico en nuestro perfil de LinkedIn y luego no revisar los mensajes que nos llegan. Si alguien quiere ponerse en contacto con nosotros por esa vía, lo ideal es contestarle con la mayor rapidez posible. A nadie le gusta escribir un correo y no recibir nunca respuesta, o recibirla meses más tarde, cuando ni nos acordamos de a quién habíamos escrito ni para qué. Imagínate que un reclutador te escribe porque está interesado en contratarte para un puesto de trabajo. En ese momento es preferible revisar los mensajes, ¿verdad?

Enviar demasiados mensajes

Pero contrarrestar el error anterior con una conducta extremadamente opuesta también puede suponer un gran problema. Igual de molesto que no contestar nunca es utilizar los mensajes para contestar a todo. Hay que saber diferenciar cuándo un mensaje puede llevarse a una publicación en otra red social, a una llamada o a un correo electrónico más personal. LinkedIn no es el lugar indicado para enviar mensajes de cualquier naturaleza. Así que si quieres enviar un mensaje a tus contactos sobre el nuevo post de tu blog o sobre el concierto que va a dar tu hijo con su grupo, piensa si es LinkedIn el lugar adecuado para ello. Así, ni tu red de contactos será estorbada, ni tendrás una mala imagen, ni el grupo de tu hijo pagará los platos rotos.

Tener más de un perfil en LinkedIn

A veces, cuando buscamos un contacto en LinkedIn, nos sale más de un perfil y no sabemos a cuál acudir. Nos encontramos ante la misma persona, con la misma foto y el mismo titular. Pero, ¿a cuál de los dos tengo que escribir? ¿A cuál añado como contacto? No sé cuál de ellos es el más utilizado y cuál está abandonado. ¿Tengo que hablar con todos los perfiles a la vez, a ver cuál me contesta? Estas preguntas dan dolor de cabeza a la persona que quiere añadirte a su red de contactos. Al final, lo más probable es que decida no hacerlo.

Son muchos los comportamientos molestos que pueden destruir tu trabajada red de contactos en LinkedIn. Los que te cuento aquí son algunos de los más usuales e irritantes. Y la gente utiliza LinkedIn más de lo que creemos. Estos errores nos pueden llegar a costar bastante caros. Ya hay incluso jefes que antes de concertar una entrevista de trabajo con alguien, visitan su perfil de LinkedIn y toman su decisión en base a lo que ven. No conviene que nos vean cometiendo fallos de este tipo, sino que vean que cuidamos nuestro perfil de LinkedIn y que hemos invertido tiempo y esfuerzo en hacerlo ver serio y atractivo para llamar la atención de personas como ellos.

¿Conoces tú algún comportamiento que te resulte molesto en LinkedIn y que no hayamos comentado? ¡Pues no lo dudes y déjanoslo en los comentarios!

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